Sunday, May 17, 2009

Fiscal cita a líderes de la institucionalidad



Proceso. El prefecto Rubén Costas, el presidente de los empresarios, Pedro Yovhío, el titular de la CAO, Mauricio Roca, y el cívico Guido Náyar, entre otros dirigentes, fueron llamados a declarar por el caso Rózsa
Pablo Ortiz | portiz@eldeber.com.bo


El testigo clave tiene un amplio expediente policial

El Fiscal Mauricio Sosa, que investiga el caso de supuesto terrorismo en Santa Cruz, involucró anoche a Rubén Costas, prefecto de Santa Cruz; Branko Marinkovic, ex presidente del Comité pro Santa Cruz; Pedro Yovhío, presidente de la Federación de Empresarios Privados; Guido Nayar, vicepresidente del Comité pro Santa Cruz; Mauricio Roca, presidente de la Cámara de Industria y Comercio; Juan Kudelka Zallez, gerente de markerting de la aceitera IOL; Lucio Áñez, general retirado, y a los ex gerentes cívicos Lorgio Balcázar Arroyo y Mario Bruno, entre otros dirigentes, autoridades y empresarios, en la red de supuestos contactos y financiadores del presunto terrorista Eduardo Rózsa Flores. Todos ellos deberán presentarse en La Paz en los próximos días.

Estas acusaciones y anuncios de citación a declarar fueron hechas por Sosa sobre la base de las declaraciones de cuatro personas detenidas en La Paz: el boliviano-croata Mario Tadic Aztorga y los supuestos cómplices bolivianos Juan Carlos Gueder Bruno, Alcides Mendoza Malavi e Ignacio Villa Vargas. Este último es considerado por la Fiscalía como su testigo clave y tiene un frondoso expediente de antecedentes penales (ver nota de apoyo). Por su parte, Gueder y Villa negociaron su liberación de la cárcel de San Pedro por detención domiciliaria, a cambio de cooperar con las investigaciones.

Consultado al respecto, Marinkovic negó las acusaciones y adelantó que apelará a tribunales internacionales para tratar de conseguir justicia. Yovhío, por su parte, aseguró que el sector empresarial no hizo nada ilegal y que permanecerá en el país para cualquier requerimiento. Nayar se abstuvo de responder a las acusaciones.

El Secretario de Autonomía de la Prefectura cruceña, Carlos Dabdoub, considera que el Gobierno intenta desestabilizar la institucionalidad cruceña y al departamento, “que es un reducto de la lucha por la democracia”.

Por su parte, el director jurídico de la Prefectura cruceña, Vladimir Peña, aseguró que el prefecto, Rubén Costas, se presentará a declarar siempre y cuando su testimonio sea tomado en Santa Cruz. Consideró que las acusaciones de Sosa carecen de solidez, ya que se basan en las declaraciones de dos detenidos que negociaron su liberación a cualquier costo y de una persona con múltiples acusaciones. “Ya no me extraña nada de la Fiscalía. Esto es una historieta o una telenovela venezolana muy mal contada, que trata de montar algo para que todo el país crea que los líderes de la oposición realmente querían matar a Evo Morales. El fiscal Sosa le está haciendo un daño terrible a la democracia y al país, al no llevar adelante una investigación responsable”, aseguró.

Mauricio Roca, por su parte, confesó que está preocupado por lo que considera un manoseo institucional y personal de parte del Gobierno, y se considera víctima de una represalia política destinada a acallar a todos los que se pusieron al frente del Ejecutivo.

Sosa citó una conferencia de prensa para presentar un cronograma de la supuesta agrupación de terrorista, en la que se puede ver a Eduardo Rózsa como jefe del presunto grupo armado y a los abogados Hugo Achá Melgar, Alejandro Melgar Pereira y el empresario Kudelka, como los intermediarios con los financiadores. Rózsa, según Sosa, controlaba a su vez a Michael Dwyer, Árpád Magyarosi, Mario Tadic, Dudok Gabor y Daniel Gaspar. Tenía contactos con Lorgio Balcázar, empresario de radios y ex gerente del Comité, y con el consejero de administración de Cotas, Luis Alberto Hurtado Vaca, que, según datos de la Fiscalía y de la comisión de la Cámara de Diputados, fue el que pagó el hospedaje de los extranjeros de la supuesta banda de terroristas.

Rózsa, siguiendo el cronograma del Ministerio Público, también tendría contacto con el general retirado Lucio Áñez, que ya fue citado a declarar. El militar confirma que conoció a Rózsa, pero su encuentro no pasó de una charla sobre el golpe de Estado de García Meza, sobre el cual discrepó con el el boliviano-húngaro-croata. Dijo que no irá a declarar a La Paz porque tiene problemas de salud que le impiden subir a 3.600 metros sobre el nivel del mar.

Áñez es acusado por Gueder y Mendoza de haberlos contactados para unirse al grupo de Rózsa. Sosa acotó además que tiene mensajes de texto desde el celular de Áñez al de estos acusados.

El representante del Ministerio Público añadió que Tadic fue contactado por Rózsa en Croacia y que le pagó su pasaje de Madrid a Santa Cruz. Tadic, en su declaración confirmó la existencia de dos prófugos, Dudok Gabor y Daniel Gaspar, que supuestamente discutieron con Rózsa en el hotel Asturias. La función de Tadic era traducir manuales militares para la instrucción de supestas células armadas.
Gueder Bruno, por su parte, declaró que había entrenamientos en el stand de Fegasacruz de la Fexpo y que luego, por la organización de Agropecruz, se trasladaron al stand que usa Cotas. Mendoza, por su parte, asevera que acompañó a Rózsa y al resto del grupo a Trinidad, donde se reunió con dirigencia cívica que no identificó. Asegura que Héctor Laguna (funcionario de la CAO) y Mario Bruno le ofrecieron liderar el grupo.

Por su parte, Villa es el que más nombres provee a la investigación. En su declaración, leída por Sosa, señala que lo contactó Rózsa bajo el alias de Germán Aguilera y que estuvo en reuniones en la que estuvieron Marinkovic, Yovhío, Nayar, Melgar, Achá, Roca, el arquitecto Edmundo Farah, los empresarios Horacio D’Arruda y José Luis Quiroga Ottonello, el dirigente deportivo Carlos Guillén (señalado como proveedor del vehículo en el que se desplazaba Rózsa) y el funcionario de la Prefectura Francisco Cirbián.

Asimismo señaló que habló por teléfono con el prefecto Costas y que éste le ofreció una casa y una estancia a cambio de su ‘trabajo’.
También se involucró como conductor en el atentado contra la casa del cardenal Terrazas, pero dijo que Dwyer y Rózsa fueron los que lo perpetraron y que tuvieron que volver tres veces a encender la mecha, pese a que la Policía dijo que se usó explosivo plástico, que se acciona electrónicamente no por mecha.

Además de este grupo de personas, esta semana deben apersonarse a La Paz los gerentes de los hoteles Buganvilla, Santa Cruz, Asturias y Las Américas, los abogados Alejandro Melgar ( que está en Uruguay) y Hugo Achá (que está en EEUU), el gerente de Cotas, Herland Suárez Antelo, el general Lucio Áñez, el gerente de la empresa de seguridad Falcón, Miguel Salek y el consejero de Cotas, Luis Alberto Hurtado Vaca.

Además, Sosa espera la decisión del juez Sexto de Instrucción en lo Penal, Álvaro Melgarejo, si toma las declaraciones de Villa como prueba adelantada, mientras que Mendoza y Gueder tramitan su traslado a Santa Cruz, a falta de un garante que asegure que no se fugarán. Su abogado, Denver Pedraza, anunció que hoy estarán de vuelta en sus hogares.

Examen Forense

Michael Dwyer

- Murió por anemia aguda, seguido de shock hipovolémico. Tiene heridas múltiples en el tórax y en el abdomen, producidas por balazos. Recibió siete impactos: cuatro en el pecho y tres en el abdomen.
Árpád Magyarosi

- Murió de anemia aguda seguida de shock hipovolémico.

- Tiene heridas múltiples producidas por proyectil de armas de fuego.

- Recibió seis impactos: dos en el pecho y cuatro en el abdomen.


Eduardo Rózsa Flores

- Murió por traumatismo encéfalo-craneano, seguido de anemia aguda y shock hipovolémico. Tiene heridas múltiples en el tórax y en el abdomen.

- Recibió siete impactos de bala: uno en la cabeza, dos en el pecho, cuatro en el estomago. La autopsia fue hecha el 16 de abril por Antonio torres y Rafael Vargas.